Certificados de la Tesorería mantienen rendimientos atractivos frente a la inflación en México

En la más reciente subasta llevada a cabo por el Banco de México (Banxico), los Certificados de la Tesorería (Cetes) a 28 días lograron una ligera recuperación en su tasa de rendimiento, al situarse en 7.5%. Este ajuste detiene la tendencia a la baja que habían mostrado en semanas anteriores, consolidando la posición de los Cetes como una alternativa relevante de inversión, especialmente ante el actual nivel de inflación en el país.
Los Cetes, instrumentos de deuda emitidos por el gobierno federal, están disponibles en varios plazos: 28, 91, 182, 364 y hasta 707 días. El valor nominal de cada Cete es de 10 pesos, pero los inversionistas los adquieren a un precio menor, beneficiándose de la diferencia al recibir el valor total al vencimiento. Este mecanismo les permite, incluso en entornos de baja volatilidad, obtener rendimientos claros y superiores a los ofrecidos por otros vehículos de ahorro de corto plazo.
Los resultados de la última subasta reflejan rendimientos mixtos en los distintos instrumentos: mientras que los Cetes a 28 días subieron 0.02 puntos porcentuales, los de 91 días descendieron a 7.8%. Por su parte, los plazos a 182 y 364 días registraron tasas de 7.94% y 8.04% respectivamente. Estos movimientos se producen en el contexto de las expectativas del mercado ante un posible recorte en la tasa de interés interbancaria que define Banxico, actualmente ubicada en 8%. Analistas financieros anticipan que, en su próxima reunión de política monetaria, el banco central podría reducirla en 25 puntos base, lo cual podría influir en futuros ajustes a los rendimientos de los Cetes.
A pesar de la tendencia descendente que han mostrado estos instrumentos en meses recientes tras los recortes iniciados por Banxico desde el segundo trimestre de 2024, los Cetes siguen aventajando de manera significativa al índice de inflación anual, que, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se ubica en 3.55%. Así, cualquier inversión en Cetes actualmente duplica la tasa de crecimiento de los precios, lo que los convierte en una herramienta eficaz para preservar el poder adquisitivo e incluso generar un rendimiento real positivo.
La fortaleza de los Cetes como opción de inversión para el pequeño ahorrador se debe también a su bajo riesgo y alta liquidez, en comparación con otros instrumentos financieros. Ante un entorno económico global incierto y eventuales ajustes en la política monetaria de Estados Unidos y otras economías, los inversionistas mexicanos continúan viendo en los Cetes un refugio seguro para su capital.
De cara al futuro, la evolución de los rendimientos de los Cetes estará estrechamente ligada a las decisiones de Banxico en materia de tasas de interés y a la trayectoria de la inflación nacional. Aunque se anticipa que los rendimientos podrían moderarse en caso de nuevos recortes en la tasa de referencia, su atractivo permanece gracias a la estabilidad macroeconómica y la disciplina fiscal mostrada por el gobierno federal en los últimos años.
En síntesis, los Cetes mantienen su relevancia como un instrumento sencillo, seguro y rentable para el inversionista mexicano promedio, especialmente mientras la inflación permanezca contenida y el entorno monetario siga siendo favorable. Sin embargo, los ahorradores deberán estar atentos a la evolución de las tasas y a las señales del entorno económico global para tomar las mejores decisiones financieras.
De acuerdo con el comportamiento reciente del mercado, los Cetes siguen representando una opción sólida para quienes buscan proteger su dinero de la inflación sin asumir elevados niveles de riesgo. No obstante, su rentabilidad futura dependerá en buena medida de la dinámica entre inflación, tasas de referencia y estabilidad económica en el mediano plazo.