Paquete Económico 2026: estímulos para atraer capital, mejorar el cumplimiento fiscal y ampliar el acceso a la cultura
El Congreso de la Unión aprobó el Paquete Económico 2026 con una batería de incentivos fiscales y descuentos en derechos que buscan regularizar a contribuyentes, atraer inversión y promover actividades culturales. Estas medidas llegan en un entorno de crecimiento moderado, inflación en proceso de convergencia y un impulso continuo por aprovechar la relocalización de cadenas de valor en México, con el objetivo de consolidar la base tributaria sin recurrir a aumentos generalizados de impuestos.
La principal novedad es un programa de repatriación de capitales con origen lícito, mantenidos en el extranjero hasta el 8 de septiembre de 2025, que permitirá regresar recursos pagando una tasa fija de 15% de ISR, sin deducciones. Para acceder al beneficio, el capital deberá invertirse a más tardar el 31 de diciembre de 2026 y permanecer al menos tres años en el país. Son elegibles la compra de bienes nuevos de activo fijo, terrenos y construcciones vinculados con proyectos de la estrategia “Plan México” o de los Polos de Desarrollo. Un antecedente operó en 2017, cuando ingresaron alrededor de 380 mil millones de pesos con una tasa preferencial de 8%, generando entre 20 y 25 mil millones en recaudación. Esta nueva edición, con una tasa mayor, apunta menos a la recaudación inmediata y más a canalizar inversión productiva en un periodo clave para el nearshoring.
También se amplía y actualiza el Programa de Regularización Fiscal. En 2025 otorgó condonación de 100% en multas, recargos y gastos de ejecución para contribuyentes con ingresos menores a 35 millones de pesos. Para 2026, el umbral se eleva para permitir la incorporación de contribuyentes con ingresos de hasta 300 millones de pesos en el ejercicio 2024, con créditos firmes o consentidos, siempre que presenten las declaraciones omitidas y paguen en una sola exhibición a más tardar el último día de 2026. En obligaciones formales no vinculadas a pago, la condonación será del 90%. La solicitud deberá presentarse antes de octubre de 2026. El objetivo es ampliar el cumplimiento y dar certidumbre, en línea con la estrategia del SAT de elevar la eficiencia recaudatoria.
En materia de consumo con enfoque social, se extiende la tasa cero de IVA a más productos de gestión menstrual: a partir de 2026 los calzones y discos menstruales se suman a toallas sanitarias y tampones, que desde 2021 ya no causan el impuesto. De acuerdo con Hacienda, la renuncia recaudatoria asociada sería de 6,717 millones de pesos en 2025 y 7,131 millones en 2026, alrededor de 0.0187% del PIB, un costo acotado frente al potencial de alivio en el gasto de los hogares y al componente de equidad de género.
Respecto al IEPS, aunque se contemplan incrementos a cigarros y tabaco, se exonera del impuesto a productos con nicotina destinados a terapias de reemplazo, siempre que cuenten con registro sanitario como medicamentos. La medida se alinea con políticas de reducción de daño y tiene un impacto fiscal limitado en comparación con la recaudación del tabaco, al tiempo que mantiene incentivos para dejar de fumar.
Para el sector editorial y comercializadores de impresos, se aprueba un estímulo a personas físicas y morales residentes en México cuyos ingresos no hayan superado 6 millones de pesos en el ejercicio anterior y que obtengan al menos 90% de sus ingresos por la venta de libros, periódicos y revistas. El beneficio consiste en una deducción adicional de 8% del costo de los ingresos totales para efectos de ISR. En un mercado presionado por la digitalización y costos logísticos, este apoyo puede apuntalar a librerías pequeñas, puntos de venta y casas editoriales que sostienen la cadena del libro y el acceso a contenidos informativos.
En derechos y cultura, se aplicarán descuentos a nacionales y residentes en el acceso a monumentos, sitios y zonas arqueológicas: 50% en la Categoría I y 45% en las Categorías II y III. Además, la entrada al Museo Nacional de Arquitectura de Bellas Artes será gratuita a partir del 1 de enero de 2026, como parte del plan “República cultural y lectora”. La medida busca ampliar públicos y vincular la política cultural con objetivos educativos y turísticos, con costo fiscal marginal.
El paquete de incentivos ocurre en paralelo a la consolidación fiscal prevista para 2026 y a una inversión pública enfocada en infraestructura estratégica. Para el sector privado, la señal es de continuidad: mayor cumplimiento, canales para formalizar adeudos y una ruta para que capitales externos participen en proyectos productivos. La efectividad dependerá de la claridad normativa —por ejemplo, la definición operativa de “Plan México” y la elegibilidad de proyectos—, la agilidad administrativa del SAT y las condiciones financieras globales, incluida la trayectoria de tasas en Estados Unidos y el apetito de inversión.
Mirando hacia adelante, los analistas seguirán tres indicadores: el monto efectivamente repatriado y su destino de inversión; la adhesión al programa de regularización y la recaudación asociada; y el impacto sectorial de los estímulos culturales y editoriales. En conjunto, las medidas son de escala moderada pero consistentes con la estrategia de fortalecer el cumplimiento y aprovechar la atracción de manufactura y servicios ligados al nearshoring, sin deteriorar de forma significativa las finanzas públicas.
En suma, el Paquete Económico 2026 combina incentivos focalizados para inversión y cumplimiento con apoyos al acceso cultural. Su éxito descansará en la ejecución, la certidumbre regulatoria y la capacidad para canalizar capital hacia proyectos productivos, manteniendo el equilibrio entre recaudación y crecimiento.





