La banca modera la colocación de crédito en junio; empresas y sector público encabezan la caída

05:55 18/08/2025 - PesoMXN.com
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La banca modera la colocación de crédito en junio; empresas y sector público encabezan la caída

La cartera total de la banca múltiple alcanzó 7.8 billones de pesos en la primera mitad del año y registró en junio una contracción mensual de 0.4%, su primer retroceso en nueve meses, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). El enfriamiento coincide con una menor tracción de la actividad económica y con un entorno de cautela tras el ciclo electoral de 2024.

Por segmento, el financiamiento al sector público federal mostró el ajuste más pronunciado, con una caída de 4.4% en junio; los créditos a estados y municipios, así como a otras entidades financieras, retrocedieron 1.4% en cada caso. El crédito empresarial disminuyó 0.7%, reflejando decisiones de inversión más selectivas y el impacto de tasas todavía elevadas. En contraste, el consumo mantuvo un avance de 1.1%, mientras que la vivienda apenas creció 0.3%, un desempeño consistente con la resistencia del gasto de los hogares y la debilidad relativa del mercado hipotecario.

El contexto macro ayuda a explicar la foto de junio. Tras un 2023 dinámico, la economía mexicana moderó el paso en la primera mitad del año: la manufactura mostró altibajos por la normalización de pedidos externos y cuellos de botella en algunos insumos, mientras que los servicios se sostuvieron por empleo formal y salarios reales al alza. La inflación se ha desacelerado respecto a sus máximos, pero se mantiene por encima de la meta, lo que mantiene la postura monetaria en terreno restrictivo. Con costos de fondeo altos y mayor aversión al riesgo, tanto la oferta como la demanda de crédito se ajustaron.

Históricamente, la colocación bancaria tiende a amplificar el ciclo económico: cuando el PIB pierde ritmo, el crédito suele hacerlo con un rezago de entre seis y nueve meses, como ha señalado la Asociación de Bancos de México. En 2025 el consenso de analistas prevé un crecimiento moderado, inferior al de 2023, lo que sugiere que la recuperación del crédito será gradual y heterogénea entre segmentos.

En empresas, la cautela se asocia a capex más selectivo y a la revalorización de proyectos ante tasas reales positivas. Aun así, la cartera ligada a sectores con ventajas del nearshoring —logística, manufactura de exportación, parques industriales y construcción de naves— se mantiene más resiliente. En el frente público, una mayor disciplina fiscal tras el año electoral podría moderar la demanda de financiamiento de gobiernos locales y entidades, aunque persiste la atención sobre las necesidades de liquidez de empresas productivas del Estado.

El bajo dinamismo hipotecario responde a tres factores: tasas que, aunque por debajo de sus picos, siguen altas en términos reales; encarecimiento de la vivienda por restricciones de oferta en varias ciudades; y una mayor participación de esquemas no bancarios como Infonavit. En consumo, las tarjetas y los préstamos de nómina continúan expandiéndose apoyados en el mercado laboral y remesas récord, pero las instituciones reportan una vigilancia más estrecha del riesgo: la morosidad sigue contenida desde una base baja, con ligeras alzas en segmentos de menor ingreso.

Hacia adelante, el desempeño del crédito dependerá de tres anclas: el trayecto de la inflación y la tasa de referencia; la materialización de inversiones asociadas a la relocalización de cadenas y proyectos de infraestructura; y la estabilidad financiera, en particular el comportamiento del tipo de cambio y los mercados locales. La banca parte de niveles de capital y liquidez holgados, lo que da margen para acompañar la demanda solvente; sin embargo, es previsible que la originación permanezca selectiva y con precios que reflejen el costo del dinero y el perfil de riesgo de cada cliente.

En síntesis, la contracción de junio luce más como un ajuste táctico que como un cambio de tendencia estructural: el crédito empresarial y al sector público marcó el freno, mientras que consumo y vivienda resisten en la orilla. La trayectoria de tasas, la inversión privada ligada al nearshoring y la disciplina fiscal configurarán el pulso del financiamiento en la segunda mitad del año.

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