CIBanco demanda al Tesoro de EE.UU. y advierte efectos económicos si se concreta su desconexión del dólar

CIBanco presentó una demanda en Estados Unidos contra el Departamento del Tesoro tras la orden de la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) que lo señala por presunto lavado de dinero y vínculos con actividades ilícitas. La medida, programada para entrar en vigor el 4 de septiembre, impediría a instituciones financieras estadounidenses mantener o procesar operaciones en dólares a nombre del banco mexicano. La entidad sostiene que el alcance de la orden equivale a su “muerte institucional”.
En su escrito legal, el banco argumenta que la restricción podría dejar sin uso más de 40 mil millones de dólares en fondos legítimos que gestiona para intereses estadounidenses —como fondos de pensiones, fondos de inversión, empresas y particulares— y subraya que su modelo de negocio depende de forma crítica del acceso a transacciones en dólares. CIBanco afirma haber solicitado detalles sobre las acusaciones, pero asegura que la notificación es imprecisa. La institución reportó la pérdida de sus bancos corresponsales en Estados Unidos, lo que ya afectó sus operaciones de cambio y transferencias internacionales, y advirtió un posible impacto en alrededor de 3 mil empleos.
La acción de FinCEN, en virtud de sus facultades para proteger al sistema financiero estadounidense, suele traducirse en la salida inmediata de corresponsales y en un aislamiento del banco designado respecto del circuito del dólar. Este tipo de decisiones desalienta a contrapartes globales y eleva la percepción de riesgo reputacional, forzando a clientes y proveedores a reconfigurar sus relaciones comerciales. Para las entidades con exposición relevante a pagos y coberturas en dólares, el golpe operativo puede ser severo incluso antes de la fecha de entrada en vigor.
De concretarse la desconexión, el mayor impacto recaería en los clientes de CIBanco con necesidades de comercio exterior, tesorería internacional y cobertura cambiaria, quienes podrían migrar a otras instituciones para asegurar el acceso a dólares. Dado el peso del mercado estadounidense en el flujo comercial de México y el momento de relocalización manufacturera (nearshoring), la continuidad de los servicios en moneda extranjera es clave para la operación cotidiana de exportadores, importadores y cadenas de suministro.
En términos de estabilidad financiera, analistas consideran que el riesgo sistémico es acotado por la menor participación de CIBanco en el total de activos del sistema, dominado por bancos de gran escala. Datos públicos de la autoridad regulatoria muestran que, en promedio, los índices de capitalización del sistema bancario en México se mantienen por encima de los umbrales regulatorios, con liquidez holgada y morosidad contenida. Aun así, el episodio podría reforzar la tendencia a la “desbancarización por riesgo” (de-risking) en relaciones de corresponsalía, un fenómeno que afecta especialmente a instituciones medianas y nichos como remesadoras, casas de cambio y fintech con vocación transfronteriza.
La evolución del caso será seguida de cerca por reguladores mexicanos —Secretaría de Hacienda, CNBV, Banco de México y la Unidad de Inteligencia Financiera— por sus posibles efectos en competencia y continuidad operativa. En el frente judicial, CIBanco busca frenar la aplicación de la orden mientras se litiga el fondo, un proceso que podría incluir medidas cautelares y revisiones administrativas. Para los clientes, la recomendación práctica es acelerar planes de contingencia, diversificar contrapartes y revisar cláusulas de pagos en contratos internacionales.
En un entorno de crecimiento moderado, tasas de interés todavía elevadas y un tipo de cambio sensible a noticias regulatorias y de comercio exterior, el desenlace marcará un precedente sobre el alcance de la cooperación antilavado entre México y Estados Unidos. Si la orden se mantiene, el reacomodo de flujos y relaciones de negocio sería rápido pero ordenado a nivel sistémico; si se suspende, quedará la señal de que el escrutinio internacional seguirá intensificándose sobre procesos de cumplimiento y debida diligencia.
En síntesis, la disputa entre CIBanco y el Tesoro de EE.UU. combina riesgos operativos inmediatos para el banco y sus clientes con un impacto sistémico limitado. El caso subraya la centralidad del dólar para la economía mexicana integrada a Norteamérica y anticipa una fase de mayor exigencia en controles antilavado, con efectos en costos de cumplimiento y en la configuración de las relaciones de corresponsalía.