Klar acelera su salto a la banca con la adquisición de Bineo; busca captar depósitos y escalar crédito en México
Klar pactó la compra de Bineo, el banco digital desarrollado por Grupo Financiero Banorte, en una operación con monto no revelado y sujeta a autorización regulatoria. Para la fintech, que hoy opera como Sofipo, la transacción ofrece una vía de bajo riesgo para obtener una licencia bancaria ya operativa y con historial acotado, lo que reduce fricciones de integración y exposición regulatoria. El núcleo tecnológico de Bineo —construido en la nube y con proveedores en buena medida compatibles con la arquitectura de Klar— también fue determinante para el interés del comprador.
De acuerdo con la dirección de Klar, la evaluación del activo consideró la calidad de los procesos y autorizaciones, así como el tamaño de la operación de Bineo tras su lanzamiento formal a inicios de 2024. La fintech había revisado en los últimos años múltiples data rooms de instituciones en venta, pero descartó alternativas por desalineación con su modelo. En contraste, Bineo —concebido en 2019 y desplegado en Microsoft Azure— encajó por costos operativos y afinidad tecnológica, lo que podría acortar tiempos de integración una vez que exista luz verde de las autoridades.
La estrategia de productos contemplada por Klar tras la autorización incluye continuar con tarjetas de crédito, lanzar cuentas de débito con rendimientos y apartados, y ofrecer créditos personales. En una segunda etapa, la apuesta se orientaría a nómina y financiamiento para pymes, un segmento que viene ganando profundidad con la relocalización de cadenas y el dinamismo del mercado interno. En contraste, la compañía no priorizará el negocio de remesas por riesgos de cumplimiento en materia antilavado, un frente bajo mayor escrutinio internacional.
La venta de Bineo por parte de Banorte responde a la necesidad de recortar pérdidas de una iniciativa que tardó en madurar y compitió contra una oferta digital robusta del propio grupo y de terceros. Banorte mantiene, además, alianzas relevantes en tarjetas y canales digitales. Para el sistema, el traspaso sugiere una fase de consolidación: más que nuevos bancos de cero, jugadores fintech con escala buscan licencias ya autorizadas para acelerar su conversión a banca múltiple.
El cierre del acuerdo está sujeto a visto bueno de la Secretaría de Hacienda, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y, en su caso, del Banco de México y la Cofece. Migrar de Sofipo a banco implicaría para Klar someterse a requerimientos prudenciales más exigentes, pruebas de ciberseguridad y continuidad operativa, así como el marco de seguro de depósitos del IPAB, lo que potencialmente fortalecería la confianza del ahorrador minorista.
El movimiento se da en un entorno de competencia intensa por depósitos y clientes de crédito en México. Las fintech han ganado terreno con cuentas que pagan rendimientos atractivos y experiencias móviles, mientras que los bancos defienden participación con ecosistemas y beneficios. El ciclo monetario —con tasas altas que empezaron a moderarse gradualmente— podría recomponer el costo de fondeo y los márgenes en los próximos trimestres. Un eventual descenso de tasas aliviaría la carga financiera de los hogares, pero también presionaría los rendimientos de captación; la capacidad de cada actor para retener depósitos descansará en la propuesta de valor y la confianza que inspiren sus marcas y marcos de protección al usuario.
En crédito al consumo, la expansión reciente ha superado al crecimiento del PIB, con morosidad aún acotada pero con señales de normalización desde mínimos postpandemia. Para pymes, el nearshoring y la inversión en manufactura y logística están abriendo espacio para nuevos productos de capital de trabajo, factoraje y nómina. Si Klar obtiene la licencia bancaria operativa de Bineo, podría competir con mayor densidad en estos nichos, aprovechando análisis de datos, originación digital y costos unitarios bajos.
Hacia adelante, los retos clave pasan por ejecutar una integración tecnológica sin fricciones, robustecer controles de riesgo y cumplimiento, y construir una base de depósitos estable en un mercado sensible a las tasas y a la reputación. La decisión de no entrar a remesas elimina una fuente de volumen relevante en México, pero también reduce exposición a riesgos operativos y regulatorios en un canal bajo observación global.
En síntesis: la compra de Bineo ofrece a Klar un atajo regulatorio y tecnológico para convertirse en banco en México, en un mercado con demanda de crédito y fuerte adopción digital. El éxito dependerá de la aprobación de las autoridades, la velocidad de integración y la capacidad de atraer y retener depósitos con una propuesta de valor clara en un entorno de tasas que podría seguir moderándose.