Peso avanza marginalmente en jornada de cautela; mercados miran a datos de EU y señales de la Fed
El peso mexicano registró una apreciación leve al inicio de la sesión de este miércoles, en línea con un tono global de menor aversión al riesgo y a la espera de cifras clave de Estados Unidos y de las minutas de la Reserva Federal (Fed). En operaciones tempranas, el tipo de cambio rondó 18.32 pesos por dólar, un movimiento contenido que refleja la cautela de los inversionistas antes de conocer nuevos indicadores y señales de política monetaria.
Operadores señalan que el diferencial de tasas continúa siendo un soporte para la moneda local, mientras que la expectativa por los datos de empleo y otros reportes de la economía estadounidense podría determinar el sesgo de corto plazo. Las minutas de la Fed serán revisadas para afinar las probabilidades de recortes futuros o de una pausa más prolongada, un factor que suele incidir en los rendimientos de los bonos del Tesoro y, por ende, en las divisas emergentes como el peso.
En el mercado accionario, el S&P/BMV IPC retrocedió 0.6% en la sesión previa, a 61,984.45 puntos, en un ajuste moderado tras el cierre por feriado local. El desempeño bursátil se ha visto condicionado por eventos corporativos, valuaciones y la lectura mixta de datos globales, con inversionistas selectivos ante reportes de resultados y rotaciones sectoriales.
En el frente local, el Banco de México se mantiene en un proceso de normalización prudente, condicionado a que la inflación consolide su trayectoria hacia la meta de 3% +/- 1 punto. Tras la inflación general cediendo desde máximos de 2022 y una subyacente que ha moderado su ritmo, la autoridad ha insistido en actuar con cautela ante presiones persistentes en servicios. Un ciclo de recortes demasiado rápido o una relajación externa más agresiva podrían estrechar el atractivo del “carry” del peso.
La sensibilidad del tipo de cambio a los datos de EU sigue siendo elevada, dada la fuerte integración comercial y financiera. Sorpresas al alza en el empleo o en la inflación estadounidense tienden a fortalecer al dólar vía mayores tasas largas, mientras que lecturas más débiles suelen apoyar a las divisas de mayor rendimiento. Al mismo tiempo, factores idiosincráticos —como los flujos de remesas en máximos históricos, el dinamismo de las exportaciones manufactureras y la narrativa de relocalización de inversiones (nearshoring)— han aportado un piso a la moneda mexicana en el mediano plazo.
No obstante, el panorama también incorpora riesgos: la desaceleración del crecimiento global, la volatilidad en precios de materias primas, la situación financiera de Pemex y la definición de la trayectoria fiscal seguirán bajo la lupa. De cara a 2026, el proceso de revisión del T-MEC es otro elemento que los participantes del mercado contemplan en sus escenarios de riesgo.
Para la jornada, analistas anticipan un rango acotado para el dólar-peso, con posibles episodios de mayor volatilidad alrededor de la publicación de datos y de comentarios de autoridades monetarias. Movimientos intradía podrían intensificarse si los rendimientos en Estados Unidos presentan cambios bruscos o si se observan ajustes en posiciones especulativas.
En síntesis, el peso sostiene un avance moderado apoyado por el apetito por rendimiento y la expectativa de definiciones de la Fed, mientras que en el frente doméstico la estrategia gradual de Banxico y fundamentos sólidos brindan soporte. El equilibrio de riesgos sugiere cautela: cualquier giro en tasas externas o sorpresas macro relevantes podrían reconfigurar rápidamente el sesgo del tipo de cambio.





