Exportaciones mexicanas de cobre consolidan su orientación hacia Asia pese a tensiones comerciales

07:59 05/08/2025 - PesoMXN.com
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Exportaciones mexicanas de cobre consolidan su orientación hacia Asia pese a tensiones comerciales

La industria minera mexicana, en particular el sector del cobre, mantiene su dinamismo exportador con una marcada preferencia por los mercados asiáticos, a pesar de la reciente imposición de aranceles estadounidenses a ciertos productos semielaborados de este metal. El principal destino del cobre extraído en México ya no es su vecino del norte, sino potencias del Pacífico como China, Japón, Taiwán y Corea del Sur, que pagan mejores precios y absorben la mayor parte de los envíos.

La medida estadounidense, implementada desde agosto de 2024 por la administración republicana, incrementó al 50% los aranceles a las importaciones de tubos, láminas y otros manufacturados de cobre. Sin embargo, excluyó los minerales, concentrados, chatarra y cobre refinado provenientes de México. De acuerdo con datos del Banco de México, durante 2024 las exportaciones nacionales de cobre y sus manufacturas sumaron 2,455 millones de dólares, de los cuales cerca de 60% tuvo como destino Estados Unidos. No obstante, el impacto de los aranceles afecta solo a una parte específica de estos productos, representando únicamente el 38% de los envíos, mientras el resto permanece exento.

El verdadero motor del negocio minero mexicano radica en la exportación de minerales y concentrados de cobre, que generaron 4,925 millones de dólares en 2024. Más del 60% de este flujo tuvo como destino mercados asiáticos, particularmente China, que importó más de 2,300 millones de dólares en cobre mexicano durante el año. Estados Unidos, por el contrario, solo absorbió una fracción mínima: alrededor de medio millón de dólares. Este hecho evidencia una diversificación comercial que disminuye el riesgo ante medidas restrictivas por parte de Washington y fortalece los lazos con socios comerciales situados a miles de kilómetros.

El contexto global muestra que América Latina —con Chile, Perú, Canadá y México— continúa siendo esencial para el abastecimiento del mercado estadounidense, que depende de la importación para el 45% de su demanda anual de cobre. A pesar de los intentos de la Casa Blanca por fortalecer su seguridad nacional y reducir la dependencia externa, expertos señalan que la autosuficiencia en cobre para Estados Unidos es un objetivo distante y difícil de lograr en el corto plazo, incluso con ambiciosos planes de inversión.

El cobre ha cobrado una relevancia estratégica a nivel mundial dada su importancia en la transición energética, el despliegue de redes eléctricas modernas y la fabricación de tecnologías limpias y electromovilidad. La demanda por el metal se incrementa ante el auge de los centros de datos y proyectos de infraestructura digital, lo que presiona la oferta global y encarece los precios. China, por su parte, consolida su posición no solo como comprador sino también como refinador dominante del cobre extraído en América Latina.

En México, la producción nacional de cobre alcanzó las 717,332 toneladas en 2024, un aumento del 2.6% respecto al año previo. El estado de Sonora aporta el grueso de la extracción, seguido de Zacatecas y San Luis Potosí. El sector está liderado por Grupo México, al que siguen Capstone Copper, Nemisa, Peñoles y Minera Frisco. El cobre representa cerca del 26.5% del valor de la minería nacional, solo detrás del oro y la plata. El sector minero contribuye con el 2.77% del PIB y con el 8.7% del PIB industrial, subrayando su importancia como motor económico regional.

El panorama indica que la estrategia mexicana ha resultado pragmática ante las modificaciones al comercio internacional. Al diversificar sus mercados y fortalecer su capacidad exportadora hacia Asia, la economía mexicana reduce su vulnerabilidad frente a las tensiones bilaterales con Estados Unidos, al tiempo que aprovecha las oportunidades en el creciente mercado asiático.

En conclusión, la industria del cobre en México ha sabido adaptarse a los cambios en la política comercial internacional, orientando sus exportaciones hacia el oriente asiático y consolidando su relevancia como proveedor global. La tendencia sugiere que Asia seguirá ganando peso como destino, mientras los retos de autosuficiencia estadounidense quedan, por el momento, en segundo plano para los productores mexicanos.

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