Banxico señala retos externos e internos para la estabilidad económica de México

En el más reciente informe trimestral presentado por el Banco de México (Banxico), la institución reconoció que múltiples factores estructurales, entre ellos la inseguridad, los altos costos de transporte y la baja competencia en diversos sectores, están dificultando su labor para controlar la inflación. De acuerdo con Jonathan Heath, subgobernador de Banxico, estos elementos generan presiones adicionales sobre los precios, al tiempo que limitan la capacidad de la política monetaria para incidir de manera efectiva en la dinámica inflacionaria.
El banco central manifestó su preocupación tras el repunte de la inflación anual a 4.22% durante la primera quincena de mayo, superando el rango objetivo del 3% +/- 1 punto porcentual. A pesar de este incremento, la Junta de Gobierno descartó que el país se encuentre cerca de una recesión. Las proyecciones centrales apuntan a un crecimiento económico este año de apenas 0.1%, aunque los pronósticos más pesimistas contemplan una contracción ligera de hasta -0.5%. Este contexto de bajo crecimiento confirma la desaceleración registrada, sobre todo tras los avances observados en 2023 y parte de 2024.
En palabras de Heath, aunque se espera que la menor actividad económica ayude en los próximos meses a que la inflación regrese gradualmente hacia el objetivo del banco central, persisten desafíos importantes en la evolución de los precios. Señaló que si bien la inflación en el sector servicios se mantiene por debajo del 5%, el comportamiento de los precios de estos servicios aún no refleja plenamente la desaceleración económica. Factores como la volatilidad en servicios turísticos y de entretenimiento han incidido en los aumentos recientes, lo que sugiere que los incrementos no obedecen a una tendencia generalizada, sino a episodios focalizados.
Pamela Díaz Loubet, economista en jefe de BNP Paribas, interpretó las declaraciones de Banxico como un reconocimiento de que las presiones inflacionarias actuales requieren una visión más cauta. Explicó que, si bien las sorpresas al alza en la inflación no se han generalizado, existen elementos que impiden suponer un regreso automático a la trayectoria descendente del índice de precios. Omar Mejía, otro subgobernador de Banxico, reiteró que el repunte reciente es transitorio, impulsado principalmente por componentes específicos del sector servicios con alta volatilidad.
Pese al escenario de estancamiento económico que prevén algunos especialistas y miembros de Banxico, la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja afirmó que no se anticipa una recesión para este año. La mandataria reconoció, sin embargo, que la economía mexicana enfrenta un periodo de marcada atonía y que los riesgos continúan inclinados hacia la baja. En este sentido, la Junta de Gobierno reiteró que se mantendrá vigilante ante la evolución de los indicadores macroeconómicos, listos para actuar si se presentan mayores riesgos para la estabilidad de precios.
En síntesis, el panorama económico de México para lo que resta del año se caracteriza por la persistencia de retos importantes, tanto internos como externos, que complican el combate a la inflación. A pesar de la desaceleración y de la presión sobre los precios, Banxico mantiene una perspectiva prudente, evitando anticipar una recesión pero alertando sobre la necesidad de monitorear los riesgos a la baja. Este entorno exige un enfoque de política monetaria cauto y atento a posibles nuevos desafíos para la economía nacional.