FMI advierte tensiones en EU y riesgos por aranceles; México calibra efectos en exportaciones, inflación y tasas

11:57 11/09/2025 - PesoMXN.com
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FMI advierte tensiones en EU y riesgos por aranceles; México calibra efectos en exportaciones, inflación y tasas

La evaluación más reciente del Fondo Monetario Internacional sobre Estados Unidos —principal socio comercial de México— apunta a una moderación de la demanda interna y a un enfriamiento del empleo, al tiempo que los aranceles a las importaciones elevan el sesgo alcista de la inflación. De acuerdo con la portavoz del organismo, Julie Kozack, la trayectoria desinflacionaria en EU se mantiene, pero los nuevos gravámenes podrían reavivar presiones de precios. Este diagnóstico es relevante para México: un menor dinamismo de la economía estadounidense y un entorno comercial más costoso pueden afectar las exportaciones mexicanas, el tipo de cambio y, en última instancia, la ruta de la política monetaria local.

El FMI señaló que el crecimiento del empleo en EU se ha desacelerado y que el adelantamiento de importaciones ante posibles aranceles introdujo volatilidad en la actividad del primer semestre. Además, una revisión reciente apuntó a la creación de 911 mil empleos menos de lo estimado previamente, lo que sugiere una base laboral más débil. Con ese telón de fondo, el Fondo ve margen para recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, aunque con cautela. Para México, una eventual relajación monetaria en EU podría aliviar presiones cambiarias; sin embargo, mayores aranceles estadounidenses —como los impulsados por el gobierno del presidente Donald Trump, según el FMI— encarecerían insumos y bienes finales, con efectos mixtos sobre precios y volúmenes de comercio.

El canal comercial es el más inmediato. México dirige cerca de 80% de sus exportaciones a EU, con alta integración en cadenas automotrices, electrónicas y de maquinaria. Un menor gasto del consumidor y de las empresas estadounidenses tiende a moderar la producción manufacturera en México, particularmente en los estados del norte y el Bajío. A la vez, una política arancelaria más amplia en EU podría encarecer insumos importados desde Asia que forman parte de la producción en México, afectando márgenes y tiempos de entrega. Si los aranceles se enfocan en terceros países, México podría ganar participación por desvío de comercio; pero si son generalizados, el beneficio neto se diluye e incluso puede revertirse.

El proceso de relocalización (“nearshoring”) se mantiene como soporte estructural: anuncios de inversión en parques industriales, logística y manufactura avanzada continúan, lo que favorece la formación de capital y el empleo formal. No obstante, la materialización plena enfrenta cuellos de botella en infraestructura eléctrica e hídrica, disponibilidad de suelo industrial y tramitología. La agenda para ampliar capacidad energética y de transporte será clave para capturar demanda desviada de Asia sin presionar costos.

En el frente de precios, México ha logrado una desinflación gradual desde los picos de 2022, aunque la inflación de servicios permanece por encima del promedio, alimentada por costos laborales y demanda resiliente. Aranceles en EU que eleven el costo de insumos o alteren el tipo de cambio podrían introducir nueva volatilidad. El Banco de México inició un ciclo de recortes de manera prudente en 2024, condicionado a la trayectoria de la inflación y al balance de riesgos. Un recorte más acelerado de la Fed facilitaría la convergencia, pero presiones cambiarias o choques de oferta derivados de comercio pueden obligar a Banxico a mantener una postura restrictiva por más tiempo.

El consumo interno ha encontrado soporte en el mercado laboral formal, aumentos salariales y remesas en niveles históricamente altos. Sin embargo, un enfriamiento del empleo en EU podría moderar el flujo de remesas y la demanda por exportaciones mexicanas, afectando la masa salarial de regiones con fuerte vínculo migrante. El llamado “superpeso” ha contenido la inflación importada, pero su fortaleza también presiona la competitividad de exportadores; un giro en la trayectoria del dólar por expectativas de tasas o por incertidumbre comercial se trasladaría con rapidez a precios y a las hojas de balance corporativas.

En las finanzas públicas, persiste la necesidad de prudencia ante mayores costos financieros y los requerimientos de apoyo a Petróleos Mexicanos, cuyo perfil de deuda sigue siendo un foco de atención para calificadoras e inversionistas. Un entorno externo menos favorable haría más valioso preservar anclas fiscales y acelerar proyectos que eleven productividad, especialmente en energía, logística y seguridad jurídica.

En síntesis, el escenario base para México combina crecimiento moderado, desinflación gradual y continuidad del nearshoring, con riesgos a la baja provenientes de una desaceleración más marcada en EU y de una escalada arancelaria. La coordinación entre política monetaria, disciplina fiscal y una agenda de competitividad será determinante para amortiguar choques externos y convertir la relocalización en mayor inversión y productividad sostenibles.

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