Banxico perfila relajación monetaria gradual; advierte cautela por persistencia de la inflación subyacente

10:22 21/08/2025 - PesoMXN.com
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Las minutas más recientes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) apuntan a que la autoridad monetaria mantendrá una trayectoria de recortes graduales si el panorama lo permite. La mayoría considera que la desaceleración de la actividad, el comportamiento del tipo de cambio y el entorno externo —incluidos posibles cambios en políticas comerciales a nivel global— contribuirían a que la inflación continúe cediendo hacia la meta.

En contraste, el subgobernador Jonathan Heath reiteró una postura más prudente. Señaló que la inflación subyacente —referencia clave para evaluar la tendencia de mediano plazo— ha mostrado dificultades para consolidar una baja sostenida, por lo que abogó por preservar un grado de restricción monetaria hasta observar avances más claros hacia el 3% objetivo. La mayoría de los miembros coincidió en que el repunte reciente de la subyacente se explica principalmente por mercancías, lo que ha compensado parcialmente la moderación observada en servicios.

En el frente real, varios integrantes destacaron que la economía mantiene un menor dinamismo, con condiciones de holgura que podrían ampliarse. Indicaron que la inversión privada acusa señales mixtas ante un entorno de mayor cautela, mientras que el consumo comienza a moderarse tras meses de resiliencia. Factores como la volatilidad cambiaria, los costos logísticos globales y la debilidad de algunos componentes manufactureros también pesan sobre las perspectivas.

Banxico inició su ciclo de relajación en 2024 con un enfoque prudente y, en ocasiones, con decisiones divididas. Aunque la tasa nominal ha comenzado a ceder desde su máximo, el nivel real ex ante permanece elevado frente a otros pares regionales, en parte para salvaguardar el anclaje de expectativas y el diferencial frente a la Reserva Federal. La ruta futura dependerá del desempeño de la inflación observada y esperada, de la evolución de salarios, de precios administrados y del traspaso del tipo de cambio a precios.

En el contexto externo, los riesgos asociados a eventuales cambios en políticas comerciales —en particular por el ciclo electoral en Estados Unidos y la revisión del T-MEC en 2026— continúan en el radar. A ello se suman las presiones de costos por disrupciones en cadenas de suministro y choques climáticos que han afectado precios agropecuarios. Del lado positivo, la relocalización de inversiones ofrece un soporte estructural a la manufactura y a los servicios vinculados, aunque su materialización plena depende de certidumbre regulatoria y de avances en infraestructura energética e hídrica.

Para hogares y empresas, una trayectoria de recortes paulatinos podría traducirse en alivio gradual en el costo del crédito, con efectos diferidos sobre hipotecas, financiamiento al consumo y capital de trabajo. En los mercados, el ajuste de la postura de Banxico se reflejaría en la curva de Mbonos y en el apetito por instrumentos de corto plazo, mientras que el tipo de cambio seguirá sensible a diferenciales de tasas, flujos de inversión y episodios de aversión al riesgo. Si la inflación confirma una tendencia a la baja y la actividad se enfría, es probable que continúe la normalización monetaria; si la subyacente se resiste o aumenta la volatilidad del peso, una pausa más prolongada no se descarta.

En suma, Banxico mantiene la puerta abierta a recortes adicionales, pero la velocidad y magnitud estarán condicionadas por la persistencia de la subyacente y por riesgos externos. El balance actual combina una economía que pierde tracción con una inflación que cede a un ritmo desigual, lo que sugiere un ajuste medido y dependiente de datos en los próximos meses.

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