Morosidad en Sofipos repunta: Banxico liga el deterioro al bajo crecimiento y a presiones inflacionarias

05:55 19/12/2025 - PesoMXN.com
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El menor dinamismo de la economía mexicana y los episodios de inflación se están reflejando en un mayor incumplimiento de pagos dentro de las Sociedades Financieras Populares (Sofipos), un segmento que ha ganado terreno por la digitalización de servicios y por su oferta de productos de ahorro con rendimientos atractivos. Un análisis de Banco de México (Banxico) identifica que, cuando el crecimiento se debilita, el empleo y el ingreso disponible de los hogares pierden tracción, lo que reduce la capacidad de pago y eleva la morosidad en el crédito al consumo.

Datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) a septiembre muestran que operan 36 Sofipos en el país. En paralelo con su expansión —particularmente en colocación de crédito—, el sector registró un índice de morosidad de 9.9%, muy por encima del 2.27% observado en la banca múltiple. La diferencia no solo refleja perfiles de clientes y productos distintos; también sugiere que las Sofipos están absorbiendo una parte relevante de la demanda de financiamiento de hogares con mayor sensibilidad a choques de ingreso, empleo o precios.

En el estudio “Determinantes de la morosidad de la cartera de consumo para las Sofipos”, Banxico sostiene que existe una relación inversa entre crecimiento económico y morosidad: en fases de expansión, la generación de empleo y la mejora salarial fortalecen el flujo de efectivo de los consumidores y facilitan el pago de deudas. En cambio, en periodos de avance marginal, los atrasos tienden a aumentar. La lectura es especialmente relevante en un contexto en el que la economía mexicana ha mostrado señales de desaceleración, con un desempeño desigual entre sectores: la manufactura vinculada a Estados Unidos y algunos servicios han enfrentado altibajos, mientras que la inversión ha estado condicionada por costos financieros todavía elevados y por episodios de incertidumbre en distintos frentes.

Para 2025, el banco central estima un crecimiento cercano a 0.4%. Aunque no se materializó una contracción generalizada, el avance es insuficiente para impulsar de forma amplia el ingreso real, particularmente en hogares que destinan una proporción elevada de su presupuesto a alimentos, transporte y vivienda. A esto se suma que, pese a que la inflación se ha mantenido dentro del rango de variabilidad del banco central, se registró un repunte en noviembre, recordando que la trayectoria de los precios puede ser irregular incluso en un entorno de desinflación gradual.

El efecto de la inflación sobre la morosidad, de acuerdo con Banxico, no es mecánico: depende de si domina la pérdida de poder adquisitivo (que deteriora la capacidad de pago) o si la inflación reduce el costo real de la deuda (lo que podría aliviar algunos balances). Sin embargo, el banco central concluye que, en promedio, un aumento de un punto porcentual en la inflación anual o en la tasa real de interés se asocia con un incremento cercano a dos puntos porcentuales en la morosidad de consumo de las Sofipos. La implicación es que un entorno de precios menos estables o de tasas reales restrictivas puede impactar con mayor fuerza a intermediarios que atienden segmentos más sensibles al ciclo económico.

El crecimiento acelerado de las Sofipos en años recientes —impulsado por jugadores digitales, originación ágil y estrategias comerciales para captar ahorro— ha ampliado su alcance. Banxico estima que el sector suma más de 12 millones de acreditados. Para los usuarios, esto ha significado alternativas frente a la banca tradicional; para el sistema, plantea el reto de que la expansión no vaya acompañada de un relajamiento en estándares de originación, administración de riesgo y provisiones, sobre todo en productos de consumo donde el deterioro puede ocurrir con rapidez.

Desde una óptica de estabilidad financiera, Banxico subraya que las Sofipos siguen siendo pequeñas en comparación con los activos del sistema bancario y que su interconexión con otros intermediarios es limitada, por lo que no se consideran de importancia sistémica. Aun así, el banco central advierte que, conforme su tamaño aumente, el monitoreo de sus indicadores —en particular la morosidad— será más relevante para garantizar un desarrollo prudente del sector. Esto cobra importancia en un país donde la inclusión financiera avanza, pero donde una parte de los hogares mantiene vulnerabilidades ante choques de ingreso, informalidad laboral y alzas de precios.

Hacia adelante, el comportamiento de la morosidad en Sofipos estará ligado a la trayectoria del empleo, la evolución del salario real y la velocidad con la que se consolide la desinflación. También influirán factores como el costo del financiamiento —en un entorno donde Banxico ha ajustado su postura monetaria de forma gradual—, el apetito por crédito de los hogares y la capacidad de las Sofipos para reforzar prácticas de cobranza, análisis de riesgo y educación financiera para usuarios. La respuesta regulatoria y supervisora, así como la transparencia en la información al ahorrador y acreditado, serán claves para sostener la confianza en un segmento que combina innovación con un perfil de riesgo distinto al bancario.

En síntesis, el diagnóstico de Banxico apunta a que el menor crecimiento y episodios de inflación han presionado la capacidad de pago de los hogares atendidos por Sofipos, elevando su morosidad a niveles significativamente superiores a los de la banca. Aunque el sector no representa hoy un riesgo sistémico, su rápida expansión vuelve imprescindible vigilar calidad de cartera, originación y condiciones macroeconómicas para que su crecimiento sea sostenible.

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