OPA de BBVA sobre Sabadell entra en tramo decisivo; México evalúa posibles efectos en crédito y competencia

07:45 05/09/2025 - PesoMXN.com
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La Oferta Pública de Adquisición de BBVA sobre Banco Sabadell arrancará el 8 de septiembre y se mantendrá abierta durante un mes, tras obtener el visto bueno del regulador bursátil en España. El desenlace de la operación —una de las más relevantes para el sistema financiero europeo reciente— será observado de cerca en México, donde BBVA lidera el mercado bancario por activos, cartera y depósitos, y aporta una parte significativa de las utilidades globales del grupo.

BBVA ha enfatizado ante los accionistas de Sabadell que la integración generaría valor y mayores eficiencias, con expectativas de beneficios por acción superiores a los que obtendrían de manera independiente. Aun así, el resultado no está asegurado: la oferta ha sorteado autorizaciones clave, pero encara resistencias políticas y sociales en España. El gobierno español impuso condiciones para preservar, al menos por tres años y potencialmente hasta cinco, la personalidad jurídica separada y la autonomía de gestión de ambas entidades, con el objetivo de evitar una caída en la competencia, cierres masivos de sucursales y recortes de empleo.

La Comisión Europea, por su parte, expresó reservas sobre el alcance de las facultades del Ejecutivo español para intervenir en fusiones bancarias, al considerar que podrían invadir competencias del Banco Central Europeo y restringir la libertad de establecimiento. Ese telón de fondo regulatorio añade incertidumbre al calendario y a los términos finales de la operación.

En México, los efectos directos en el corto plazo lucen acotados. Por un lado, BBVA México es la joya del grupo en América Latina y uno de sus motores de rentabilidad, por lo que los analistas anticipan continuidad operativa y de negocio. Por otro, las condiciones impuestas en España —mantener entidades separadas— diluyen la probabilidad de cambios inmediatos en la estrategia local. Ejecutivos y analistas han señalado que, aun con un proceso corporativo complejo en Europa, la banca en México mantiene holgados niveles de capital y liquidez para sostener el crédito a hogares y empresas.

El sistema bancario mexicano sigue altamente concentrado en un puñado de jugadores grandes, con BBVA y Santander entre los principales, y con métricas de solvencia por encima de los mínimos regulatorios de Basilea. La demanda de crédito empresarial ligada al nearshoring, proyectos industriales y logística ha dado tracción a la intermediación en los últimos trimestres, mientras que el crédito al consumo conserva dinamismo, aunque con un ligero repunte de la morosidad en líneas no garantizadas, algo propio de fases de encarecimiento del financiamiento.

La política monetaria también juega un papel. Tras un periodo prolongado de tasas elevadas, el margen financiero de la banca se ha mantenido robusto, si bien un ciclo de normalización más adelante tendería a moderar la expansión de ingresos por intereses. En ese contexto, la inversión en digitalización —ámbito en el que BBVA México ha ganado escala y eficiencia— y la competencia por captar depósitos de bajo costo seguirán siendo diferenciadores clave.

Del lado de Sabadell, su estrategia defensiva frente a la OPA ha incluido desinversiones y mayores retornos para accionistas, con la venta de activos y un refuerzo en la remuneración. La atomización de su base accionaria introduce volatilidad al pronóstico sobre la aceptación de la oferta, elevando la relevancia de las próximas semanas.

Para México, los puntos a monitorear incluyen: la tasa de aceptación de la OPA y eventuales ajustes de capital del grupo; la lectura de las agencias calificadoras sobre la calidad de capital y riesgos operativos; y posibles impactos en dividendos intragrupo. Aun en escenarios de integración en Europa, el negocio local de BBVA difícilmente perdería prioridad, dado su peso en resultados y su papel en el financiamiento del consumo, vivienda y cadenas productivas vinculadas al reordenamiento manufacturero regional.

En síntesis, la OPA de BBVA sobre Sabadell avanza hacia su fase clave con un entorno regulatorio exigente y un desenlace abierto. Para México, el efecto inmediato sería limitado y más bien indirecto; el foco seguirá en la solidez del sistema, la trayectoria de tasas y el dinamismo del crédito ligado al nearshoring. La evolución del proceso en España y las condiciones finales serán determinantes para calibrar cualquier efecto de segundo orden en el mercado mexicano.

Observación final: El proceso combina alta complejidad regulatoria con relevancia estratégica. Claves a seguir: condiciones definitivas de la operación, estabilidad de capital del grupo y continuidad del crédito en México en un contexto de tasas que eventualmente tenderían a normalizarse.

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