Recaudación sólida y ajustes al gasto fortalecen las finanzas públicas mexicanas

07:46 02/07/2025 - PesoMXN.com
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Las finanzas públicas mexicanas han mostrado resiliencia en un contexto internacional volátil, apoyadas fundamentalmente en una mejoría en la recaudación tributaria y en recortes al gasto público impulsados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Estas estrategias han permitido sortear los efectos adversos derivados de dinámicas globales inciertas, como los conflictos geopolíticos y fluctuaciones en la política económica de Estados Unidos, así como el impacto directo en variables como los precios del petróleo y el tipo de cambio.

El diseño presupuestario nacional depende de estimaciones sobre factores como el tipo de cambio, el precio internacional del petróleo, el crecimiento económico y la inflación. Ante desviaciones en alguno de estos indicadores respecto a lo previsto, existe el riesgo de que los ingresos públicos se reduzcan, lo que puede resultar en un mayor déficit fiscal. Este desequilibrio debe ser cubierto mediante financiamiento o ajustes adicionales en las cuentas públicas.

Durante los primeros meses del año, la economía mexicana enfrentó un escenario desafiante: el dólar se mantuvo por debajo de los 19 pesos, el precio internacional del barril de petróleo descendió y la producción petrolera nacional continuó mostrando debilidad. Como resultado, los ingresos derivados del sector energético presentaron una disminución significativa. De acuerdo con cifras oficiales, entre enero y mayo los ingresos petroleros tuvieron un faltante de más de 175 mil millones de pesos respecto a lo programado.

Sin embargo, la recaudación tributaria mitigó este déficit gracias a su notable crecimiento. De enero a mayo, los ingresos fiscales aumentaron 8.9% en términos reales, superando la meta establecida en 82,856 millones de pesos. Este desempeño fue impulsado principalmente por la recaudación del IVA e ISR, además de un crecimiento sobresaliente en los ingresos por importaciones, que aumentaron 38.4% debido al fortalecimiento de la vigilancia aduanera y a la fiscalización de plataformas digitales. El único retroceso relevante fue el del IEPS, influido tanto por el comportamiento del tipo de cambio como por la baja en los precios del petróleo.

En respuesta a la caída en los ingresos petroleros, Hacienda aplicó medidas de ajuste al gasto público. El recorte fue considerable: el gasto programable disminuyó en 9.6% real anual y se ubicó 205,067 millones de pesos por debajo de lo aprobado por el Congreso. Gracias a estas acciones, el déficit fiscal acumulado en el periodo fue 47.1% menor en comparación con el año anterior, proporcionando mayor estabilidad a las finanzas nacionales.

El gobierno federal mantiene como objetivo llevar el déficit fiscal a un nivel de 3.9% del PIB. Especialistas señalan que reducir el déficit es fundamental para que México conserve su calificación crediticia soberana y mantenga la confianza de los mercados internacionales, especialmente en un entorno de desaceleración económica y bajo crecimiento. El reto inmediato será lograr una consolidación fiscal de manera sostenible, teniendo en cuenta que la actividad económica muestra señales de enfriamiento, lo que podría dificultar la persistencia de dinamismo en la recaudación tributaria en los próximos meses.

En medio de la persistente incertidumbre global y la desaceleración económica, mantener la disciplina fiscal es considerado crucial para proteger los fundamentos macroeconómicos del país y evitar crisis financieras que impacten sectores clave. La estrategia de Hacienda ha mostrado eficacia en el corto plazo, pero el reto será sostener balances sanos ante una posible reducción del dinamismo económico y presiones adicionales en las cuentas públicas.

En conclusión, la combinación de una recaudación tributaria eficiente y el control del gasto público ha sido clave para anclar la estabilidad fiscal de México en 2024. Si bien persisten riesgos derivados del contexto internacional y la desaceleración interna, la prudencia en la gestión de las finanzas públicas será determinante para mantener la confianza y la resiliencia económica durante el cierre de año y el inicio del próximo gobierno.

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