Hong Kong, la excepción positiva en la balanza comercial asiática de México

Las cifras recientes del Banco de México confirman un fenómeno persistente: la balanza comercial de México frente a sus principales socios asiáticos continúa mostrando amplios déficits. En el periodo de enero a mayo de 2025, el déficit comercial agregado con Asia alcanzó los 96,112 millones de dólares. El mayor peso de esta cifra corresponde a China, país con el que el intercambio resulta especialmente desequilibrado; las importaciones superan ampliamente a las exportaciones mexicanas, manteniendo una brecha comercial que representa casi la mitad del déficit total.
Este patrón se replica con los demás socios relevantes de la región, incluyendo Japón, Corea del Sur, India y Tailandia, donde las exportaciones mexicanas distan mucho de equilibrar el flujo de importaciones provenientes de estos mercados. La estructura industrial y la demanda tecnológica de México explican en parte esta tendencia, ya que la economía nacional depende considerablemente de insumos, componentes electrónicos, maquinaria y equipos fabricados en Asia, cruciales para manufacturas locales, particularmente en sectores como el automotriz, la electrónica y la industria de exportación.
En medio de este entorno desfavorable destaca una excepción clara: Hong Kong. Durante los primeros cinco meses de 2025, México registró ante este territorio un superávit comercial de 755 millones de dólares. Las exportaciones mexicanas hacia Hong Kong sumaron 1,050 millones de dólares, un crecimiento del 151.3% respecto al mismo periodo de 2024, mientras que las importaciones alcanzaron los 295 millones. Este resultado positivo no es circunstancial, pues la relación comercial México-Hong Kong se ha fortalecido de manera sostenida en la última década.
De cada 100 dólares que Hong Kong destina a operaciones comerciales con América Latina, 35 están ligados al mercado mexicano. México figura tanto como uno de los principales proveedores latinoamericanos de productos para Hong Kong, así como un comprador destacado de bienes y tecnología hongkonesa. El flujo comercial abarca desde semiconductores hasta equipos de cómputo, pasando por piezas electrónicas y circuitos, elementos estratégicos para las cadenas globales de valor.
La relación bilateral se apoya en acuerdos clave, como el Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones (vigente desde 2021) y el Acuerdo para Evitar la Doble Tributación (en vigor desde 2013), los cuales han proporcionado seguridad jurídica y facilidades fiscales tanto para inversionistas mexicanos como hongkoneses. Según la Secretaría de Economía, más de 200 empresas con capital de Hong Kong están registradas en México, sumando una inversión acumulada superior a los 1,600 millones de dólares. Además, plataformas como la del Gran Delta del Río de la Perla continúan promoviendo la inversión mexicana en sectores de alta innovación y tecnología.
La coyuntura política mexicana también incide en el rumbo económico. Bajo la administración de Claudia Sheinbaum, las políticas públicas indican una apuesta por la infraestructura, el fortalecimiento industrial y el desarrollo tecnológico. El llamado Plan México orienta esfuerzos para detonar sectores estratégicos, incrementar el valor agregado de las exportaciones y promover parques industriales de última generación. Todo ello podría traducirse en una integración más profunda de México a los mercados globales y asiáticos, especialmente con socios como Hong Kong que han mostrado interés sostenido y ventajas competitivas a largo plazo.
En síntesis, mientras que los desequilibrios en la balanza comercial con Asia representan un reto estructural para México, la relación con Hong Kong ofrece un horizonte de oportunidades para diversificar mercados, atraer inversión y fortalecer la presencia mexicana en cadenas de alto valor agregado. El reto de fondo será traducir estas ventajas en una mayor integración regional, mejor posicionamiento en el comercio asiático y un desarrollo industrial más robusto y sostenido.
De cara al futuro, la coyuntura actual subraya la importancia para México de seguir diversificando sus mercados de exportación, fortalecer los lazos con socios asiáticos que presentan oportunidades de superávit y aprovechar los acuerdos bilaterales que potencian el flujo de inversiones y tecnología.