Instituciones señaladas por lavado de dinero representan casi 10% del mercado de Casas de Bolsa en México

Las recientes acusaciones de lavado de dinero y presuntos vínculos con el narcotráfico que involucran a tres instituciones financieras mexicanas han generado preocupación en el sector. Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Vector, Intercam y CI Banco suman activos por 113,585 millones de pesos en su función como Casas de Bolsa, equivalente al 9.4% del mercado total en este segmento.
De acuerdo con la CNBV, Intercam se ubica como la sexta Casa de Bolsa más relevante por volumen de activos, con 60,143 millones de pesos; Vector se posiciona en el séptimo lugar con 45,006 millones, y CI Banco ocupa el vigésimo primer puesto al manejar 8,436 millones. En su rol como bancos, Intercam y CI Banco cuentan conjuntamente con activos aproximados de 248,975 millones de pesos, lo que representa el 1.6% del total del sector bancario nacional, que asciende a 15.2 billones de pesos. Vector, por su parte, no opera con licencia bancaria en México.
El secretario de Hacienda, Édgar Amador, señaló la semana pasada que estas instituciones han enfrentado dificultades recientes en materia de financiamiento, aunque aclaró que, en su papel de bancos, no representan ni el 1% de los depósitos totales del sistema. Amador enfatizó que los recursos de los clientes se mantienen seguros y descartó, hasta el momento, que existan más instituciones financieras bajo investigación por delitos semejantes. El anuncio busca brindar certidumbre a los inversionistas y a los usuarios del sistema financiero.
En lo relativo a la gestión de inversiones, Vector, Intercam y CI Banco concentran el 12.9% de los instrumentos financieros administrados por Casas de Bolsa, lo que equivale a 93,241 millones de pesos. Intercam resalta como la entidad con mayor participación en este rubro desde las tres instituciones señaladas. Cuando se trata de operaciones en custodia—es decir, la administración de acciones, bonos y fondos de inversión— CI Banco sobresale con un monto de 565,765 millones de pesos. Sumadas, estas tres instituciones controlan 900,581 millones de pesos, el 8.6% del total administrado por las Casas de Bolsa en México.
Una parte particularmente delicada es la del negocio fiduciario. CI Banco se ha convertido en líder de este rubro tras la adquisición de activos de Deutsche Bank en 2021, lo que incluyó cerca de 900 fideicomisos. Estos instrumentos legales y financieros se utilizan en diversas operaciones patrimoniales, inmobiliarias, públicas o educativas. Tras las acusaciones, CI Banco informó que reevalúa el futuro de algunos fideicomisos, mientras que otros ya han sido trasladados a entidades como Vector o BBVA México. Analistas como Álvaro Vértiz, de Dentons Global Advisors, consideran que el patrimonio de los fideicomisos no debería verse comprometido, aunque advierten que la entidad tiene un plazo limitado para tomar medidas en línea con las disposiciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
En operaciones crediticias, Intercam destaca por su participación en financiamiento a empresas y entidades gubernamentales, con 23,714 millones de pesos en créditos. Por su parte, CI Banco se ha posicionado en el crédito al consumo, en especial en financiamiento automotriz, donde es uno de los principales actores del país, con una cartera de 8,519 millones de pesos en este segmento y 749 millones en financiamiento habitacional, según cifras al primer trimestre de 2025.
La atención internacional sobre estas instituciones subraya la importancia de fortalecer los esquemas de cumplimiento y transparencia en el sistema financiero mexicano. Si bien hasta ahora los riesgos sistémicos parecen limitados y los recursos de los clientes están protegidos, el caso invita a reforzar la supervisión y regulación de las operaciones financieras, ante posibles afectaciones en la confianza de los inversionistas y el público en general.
En síntesis, este episodio revela la relevancia de la vigilancia sobre el lavado de dinero y la necesidad de fortalecer los controles internos. Si bien el impacto actual parece acotado, la evolución del caso y las medidas regulatorias serán determinantes para consolidar la confianza en el mercado financiero mexicano de cara al futuro.