OCDE urge a México a destrabar la productividad ante un 2025 de menor crecimiento

11:29 02/12/2025 - PesoMXN.com
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OCDE urge a México a destrabar la productividad ante un 2025 de menor crecimiento

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que la economía mexicana se desacelere con fuerza en 2025, con un crecimiento de 0.7%, antes de una recuperación gradual a 1.2% en 2026 y 1.7% en 2027. El organismo atribuye el enfriamiento a una inversión más débil, consumo moderado y un entorno externo menos favorable. En este contexto, plantea un paquete de tres reformas para impulsar la productividad, el “talón de Aquiles” del país: fortalecer el sistema fiscal, simplificar y digitalizar trámites a todos los niveles de gobierno, y expandir la formación vocacional junto con la educación temprana.

La OCDE subraya que, pese al enfriamiento interno, el motor exportador sigue sosteniendo la actividad, con un desempeño particularmente sólido en manufacturas no automotrices, apalancadas por la demanda de Estados Unidos y por cadenas vinculadas a tecnologías emergentes, incluida la inteligencia artificial. El fenómeno de relocalización (nearshoring) mantiene elevada la ocupación en parques industriales del norte y el Bajío; sin embargo, su efecto multiplicador enfrenta cuellos de botella energéticos, logísticos y regulatorios.

La productividad arrastra décadas de estancamiento, con amplia informalidad, baja adopción tecnológica en pymes y marcos regulatorios heterogéneos entre estados y municipios. La OCDE advierte que, con la inflación subyacente aún por encima de 4%, la política monetaria debe permanecer prudente para consolidar la desinflación. En paralelo, el mercado laboral sigue apretado, con desempleo bajo y aumentos salariales reales apoyados por alzas al salario mínimo, lo que refuerza el poder de compra pero también exige disciplina macro para evitar efectos de segunda vuelta.

En materia fiscal, el organismo recomienda transitar hacia una base más amplia y estable de ingresos para financiar educación, salud e infraestructura de calidad. México se ubica entre los países con menor recaudación de la OCDE como proporción del PIB, lo que limita la inversión pública y la resiliencia presupuestaria. Entre las rutas posibles, expertos han señalado fortalecer el predial, revisar exenciones, robustecer la fiscalización y avanzar en impuestos ambientales, sin menoscabar la competitividad. La consolidación fiscal posterior al aumento del déficit observado recientemente es un desafío central, más aún ante las presiones de gasto y el saneamiento de empresas estatales.

El segundo eje apunta a reducir costos de cumplimiento y tiempos de apertura, operación y expansión de negocios mediante simplificación y digitalización regulatorias en los tres órdenes de gobierno. Ventanillas únicas interoperables, permisos en línea, trazabilidad de trámites y mayor certeza en la aplicación de normas —incluida la seguridad jurídica— elevarían la inversión y la productividad, especialmente para pymes. La OCDE enfatiza que la homogeneidad regulatoria subnacional es tan relevante como la modernización federal.

El tercer bloque se enfoca en capital humano: ampliar la educación y capacitación técnica (modelos duales escuela-empresa) para alinear habilidades con la demanda industrial y reforzar la educación y cuidados en la primera infancia para elevar la participación femenina. México mantiene una tasa de participación de mujeres inferior al promedio de la OCDE; expandir servicios de cuidado, transporte seguro y horarios escolares extendidos podría cerrar brechas, elevar ingresos de los hogares y sumar productividad.

El diagnóstico incluye riesgos y oportunidades. Entre los riesgos: tensiones comerciales globales, el ciclo de tasas altas, restricciones de electricidad y agua en regiones industriales, y el proceso de revisión del T-MEC en 2026. Del lado de las oportunidades: la digitalización del sector público para bajar costos de transacción y combatir la corrupción, y la ventana de nearshoring para atraer manufactura de mayor valor agregado si se aseguran energía confiable, infraestructura logística y certidumbre regulatoria.

En el plano regional, la OCDE calcula un crecimiento de 2.3% en 2025 y 1.9% en 2026 para América Latina, con rezagos fiscales y de productividad aún marcados. Países como Brasil y Colombia han avanzado en gobierno digital; México trabaja en el fortalecimiento institucional de la transformación digital, que —de ejecutarse con interoperabilidad y datos abiertos— puede traducirse en servicios más ágiles y un entorno de negocios más competitivo.

Perspectiva: la economía mexicana llega a 2025 con apoyo externo vía exportaciones y un mercado laboral resiliente, pero con menor tracción interna. La salida pasa por reformas que eleven la productividad de manera sostenida: más y mejores ingresos públicos para invertir, menos trabas regulatorias y un salto en capital humano. Si se capitaliza el nearshoring con energía, agua e infraestructura suficientes, y se resguarda la estabilidad macro, el crecimiento potencial podría mejorar gradualmente.

En síntesis, la OCDE anticipa un bache de crecimiento en 2025 y pide atacar los rezagos estructurales. Claves a observar: consolidación fiscal creíble, avances medibles en digitalización regulatoria y programas efectivos de formación técnica y cuidados. La ventana de relocalización sigue abierta, pero exige capacidad de ejecución y certidumbre.

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