Posibles Aumentos en Aranceles a Vehículos Importados por EE.UU. Podrían Impactar al Sector Automotriz Mexicano
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves la posibilidad de incrementar nuevamente los aranceles sobre automóviles importados, como parte de una estrategia para fortalecer la industria manufacturera nacional. Trump, quien retomó el cargo en 2024, ha mantenido una postura proteccionista en materia comercial, incluyendo un arancel del 25% impuesto desde el inicio de su mandato a los automóviles extranjeros.
De acuerdo con sus declaraciones recientes, el mandatario estadounidense consideraría elevar aún más este gravamen en el futuro cercano, bajo el argumento de incentivar que las armadoras trasladen su producción a territorio estadounidense. Trump señaló que "cuanto más suba, más probable es que construyan una planta aquí", enviando una señal clara a las empresas automotrices multinacionales.
La reacción de los mercados no se hizo esperar: las acciones de los grandes fabricantes automovilísticos estadounidenses retrocedieron tras los anuncios. Ford registró una baja de 1.6% y General Motors (GM) se contrajo 1.5% en la jornada bursátil. El sector automotriz de Estados Unidos enfrenta incertidumbre ante el entorno arancelario, con GM proyectando un impacto de hasta 5,000 millones de dólares en sus utilidades para 2025 debido a las políticas comerciales aplicadas por el gobierno.
En las últimas semanas, GM ha sostenido conversaciones con la administración Trump que han resultado en ciertas flexibilizaciones de los aranceles sobre partes automotrices, aunque el costo de las tarifas aduaneras sobre vehículos terminados, especialmente los procedentes de plantas en Corea del Sur, continúa representando un reto significativo para la compañía. Adicionalmente, el gobierno estadounidense ha impuesto aranceles adicionales sobre el acero y el aluminio, así como nuevas tarifas aduaneras dirigidas a varios socios comerciales, aumentando la presión para los fabricantes y proveedores del sector.
El impacto de estas medidas tiene especial relevancia para la economía mexicana. México es uno de los principales exportadores de vehículos a Estados Unidos y el sector automotriz representa una piedra angular para la industria manufacturera mexicana, generando miles de empleos directos e indirectos y aportando significativamente a las exportaciones nacionales. En 2023, cerca del 80% de los autos fabricados en México se destinaron al mercado estadounidense, por lo que cualquier aumento arancelario podría repercutir directamente en los niveles de producción, inversión extranjera y empleo en el país.
Ante un entorno internacional cada vez más proteccionista, la industria automotriz mexicana deberá hacer frente a desafíos crecientes. Si bien el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) establece ciertos lineamientos para el comercio automotriz regional, medidas unilaterales como la intensificación de aranceles podrían alterar la competitividad de México frente a otros mercados y afectar la cadena de suministro integrada de Norteamérica. De materializarse los incrementos arancelarios, muchas empresas podrían verse forzadas a replantear sus estrategias de inversión y producción, con implicaciones de largo plazo para el sector y la economía mexicana en su conjunto.
En resumen, la advertencia de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos añade una fuente de incertidumbre al panorama económico de México, en particular para la industria automotriz, que juega un papel crucial en la dinámica de exportaciones y generación de empleo. La evolución de este tema será determinante para la planeación industrial y comercial de ambos países en el mediano y largo plazo.