Expande el uso de agregadores de pago en México por impulso de la digitalización financiera
La economía mexicana registra un avance significativo en la adopción de agregadores de pago, dispositivos clave para procesar transacciones electrónicas en pequeños negocios y comercios. Este crecimiento se enmarca en el contexto de una digitalización acelerada, impulsada tanto por el aumento en la emisión de tarjetas de crédito y débito como por la proliferación de soluciones fintech accesibles para amplios sectores de la población.
Datos recientes proporcionados por el Banco de México (Banxico) apuntan a un incremento notorio en las operaciones realizadas con tarjetas a través de estos agregadores. Entre enero y abril de 2024, se contabilizaron 130,363 millones de transacciones con tarjeta de crédito y débito, lo que representa un alza del 23% respecto al mismo periodo de 2023 y un notable 47% en comparación con hace dos años. Este avance destaca el papel que juega la tecnología en la reconfiguración de los hábitos de pago tanto de consumidores como de pequeños empresarios.
De acuerdo con especialistas del sector financiero, la mayor penetración de las fintech ha facilitado la creación de cuentas bancarias y la inclusión financiera, en especial entre microempresarios y negocios semiformales. Las innovaciones tecnológicas han permitido que la apertura de cuentas se realice en minutos y que los depósitos a empresarios sean casi instantáneos, superando así viejas prácticas bancarias que podrían tardar días. Este dinamismo está incentivando a que más pequeños comercios adopten medios electrónicos, desplazando progresivamente el uso del efectivo.
Empresas dedicadas a la habilitación de servicios financieros, como el caso de Puntored, también están orientando esfuerzos hacia la educación financiera y la bancarización de los pequeños comercios. Sus programas de lealtad y la expansión de servicios—como cobro de servicios y remesas—buscan motivar a los dueños de tiendas de barrio y papelerías a operar en el entorno digital y diversificar su oferta.
No obstante, el avance de la digitalización enfrenta el reto de una sociedad que aún prioriza el efectivo. Según Banxico, el 95% de la población continúa utilizando el efectivo en sus transacciones, siendo la practicidad y rapidez los argumentos más frecuentes. A pesar de las ventajas de la digitalización, el efectivo se percibe como más seguro y, en muchos casos, se mantiene como el único medio de pago disponible para una parte importante de los mexicanos.
La perspectiva hacia 2025 resulta prometedora, influida por la expectativa del Mundial de Fútbol, que atraerá a turistas internacionales familiarizados con medios digitales de pago. Esta coyuntura representa una oportunidad para que el sector financiero mexicano acelere la bancarización, la educación financiera y la adopción de pagos electrónicos, atendiendo tanto las necesidades de los consumidores nacionales como la demanda de visitantes extranjeros.
En resumen, la digitalización de los servicios de pago en México avanza a pasos firmes, aunque el efectivo sigue predominando en la vida cotidiana. El auge de las fintech y la adaptación de los pequeños comercios están reduciendo progresivamente la brecha hacia una economía menos dependiente del efectivo. Los esfuerzos coordinados del sector público y privado serán esenciales para consolidar esta tendencia en el mediano plazo.