Cetes reflejan expectativas de nuevos recortes en tasas ante moderación de inflación
En la última subasta semanal de Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), los instrumentos de deuda gubernamental mostraron ajustes en sus tasas de rendimiento, en un contexto en el que el mercado financiero anticipa que el Banco de México (Banxico) continuará con su ciclo de recortes a la tasa de interés de referencia. Los Cetes a 28 días bajaron 0.14 puntos porcentuales respecto a la subasta anterior, situándose en 8%, mientras que los de 91 días retrocedieron 0.1 puntos para ubicarse en 7.93%. El instrumento a 181 días registró un ligero avance de 0.03 puntos, cerrando en 8.09%, y los Cetes a un año bajaron a 8.27%.
Este comportamiento se produce en un entorno de desaceleración de la inflación, aunque la cifra se mantiene arriba de la meta definida por Banxico. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la inflación general en la primera quincena de junio alcanzó el 4.51% anual, menor al 4.62% observado a finales de mayo. No obstante, la cifra aún rebasa el objetivo de Banxico del 3% +/- un punto porcentual, lo que sugiere que persisten riesgos inflacionarios.
En este contexto, la autoridad monetaria decidió el mes pasado reducir la tasa de interés referencial en 50 puntos base, llevándola a 8.5%. Este ajuste marca la tercera disminución consecutiva y sitúa el costo del dinero en su nivel más bajo desde 2022. La próxima decisión de política monetaria está programada para este jueves, y las expectativas del mercado apuntan a un posible nuevo recorte de medio punto porcentual. Los analistas prevén que, hacia finales de año, la tasa de referencia podría ubicarse alrededor de 7.5%, lo que sugiere que la magnitud de los ajustes podría disminuir conforme avance el ciclo de bajadas.
La reducción gradual en el rendimiento de los Cetes refleja el sentir del mercado ante la posibilidad de que el ciclo de relajamiento monetario continúe, en línea con la tendencia internacional, pero con un ritmo condicionado por la evolución de la inflación y la estabilidad financiera. Los flujos de inversión hacia instrumentos de deuda gubernamental aún muestran resiliencia, aunque una disminución prolongada en los rendimientos podría impulsar a los ahorradores e inversionistas a buscar alternativas con mayor rentabilidad o diversificación, tanto en el ámbito local como internacional.
De cara a los próximos meses, será fundamental observar la trayectoria de la inflación y el crecimiento económico, así como factores externos, como la política monetaria en Estados Unidos y la evolución de los precios internacionales de las materias primas. Todos estos elementos influirán en las decisiones futuras de Banxico y, por ende, en los rendimientos de los instrumentos de deuda pública.
En síntesis, aunque México experimenta una baja moderada en la inflación y una tendencia descendente en las tasas de interés, el entorno sigue demandando cautela tanto para las autoridades como para los inversionistas. El ritmo y la profundidad de los recortes seguirán estando determinados por la evolución de los indicadores económicos clave y la respuesta de los mercados financieros.